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Hechos sobre el S. aureus resistente a la meticilina (MRSA)

Hechos sobre el S. aureus resistente a la meticilina (MRSA)

MRSA facts in Spanish

¿Qué es el MRSA?

MRSA son las siglas en inglés de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, un tipo de bacteria que es resistente a ciertos antibióticos. La mayoría de las infecciones por MRSA en la comunidad son infecciones de la piel.

¿Cuáles son los síntomas?

Las infecciones de estafilococo en la piel a menudo aparecen con una lesión que permite a la bacteria penetrar la piel y desarrollar una infección. Los síntomas incluyen:

  • Un bulto o área infectada de la piel que está roja, caliente, inflamada y dolorosa. El área afectada puede estar llena de pus o fluido.
  • Algunas personas también pueden presentar fiebre y escalofríos.
  • Las infecciones por estafilococo a veces se confunden con picaduras de araña.

¿Cómo se propaga?

  • MRSA se propaga por contacto cercano con la piel de personas infectadas o al compartir objetos personales que han tocado piel infectada. Ejemplos de objetos compartidos que podrían propagar el estafilococo son toallas, jabón, vendas, sábanas, ropa, bancos en saunas o tinas de agua caliente, y equipo deportivo.
  • El fluido y pus de las heridas es muy infeccioso.
  • Algunas personas son portadoras de MRSA en su nariz o garganta y no presentan síntomas, pero pueden tener un riesgo elevado de infección por MRSA.

¿Cómo se diagnostica y trata el MRSA?

  • El MRSA usualmente se diagnostica analizando un frotis del área infectada. Para infecciones serias por MRSA, los análisis pueden ayudar a determinar qué antibióticos usar para tratar la infección.
  • El tratamiento puede incluir drenar un absceso y limpiar la herida, con o sin antibióticos.
  • Las infecciones serias por MRSA requieren de tratamiento con antibióticos y a veces de hospitalización y cirugía.

¿Cómo puede prevenirse la MRSA?

  • Mantenga los cortes y raspones limpios y cubiertos.
  • Evite el contacto con las heridas y vendajes de otras personas.
  • Consulte rápidamente a un proveedor de atención médica si sus heridas se ponen rojas, calientes, inflamadas o dolorosas, o si empeoran después del tratamiento.
  • Lávese las manos regularmente.
  • Evite compartir artículos personales, como navajas de afeitar.
  • Dúchese después de hacer cualquier tipo de ejercicio.
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